La relación con los hijos, niñas o adolescentes, tiene cosas muy buenas pero también es evidente que a veces pasa por momentos difíciles. De hecho, a lo largo de la relación padres e hijos, habrá momentos en los que los niños no querrán comunicarse y te darás cuenta como prevalecen el silencio y los malentendidos. Entonces, ¿cómo estimular y mejorar la relación con ellos? Veamos 4 consejos útiles para entender a tus hijos y mejorar así vuestra relación.
Consejos para entender a tus hijos
Estar en sintonía con tus hijos es una tarea difícil, especialmente en la adolescencia. Es fácil caer en malentendidos , riñas y silencios que solo empeoran la relación. Incluso en tiempos difíciles, se deben hacer esfuerzos para construir una base sólida para una conexión más íntima con los niños.
Esto trae muchos beneficios dentro de la unidad familiar que también afectan a otros miembros. Por eso es importante mantener siempre una situación equilibrada en las relaciones, preservando el bienestar psíquico propio y de los demás. Veamos 4 consejos para mejorar la comunicación entre padres e hijos.
Comprende y escucha los silencios de tus hijos
Forzar la comunicación siempre está mal y puede hacer que el niño sienta que siempre depende de lo que «manden» los padres. Por lo tanto, es importante respetar y comprender incluso los momentos de silencio de los niños que no siempre tienen que querer hablar.
Hay momentos del día en los que es menos probable que hablen como cuando regresas de la escuela o cuando se levantan por la mañana. Este espacio de libertad hará que el niño se abra sólo cuando esté dispuesto a hacerlo, por iniciativa propia, estableciendo una relación basada en la confianza y el respeto mutuo.
Todo niño necesita ser escuchado y comprendido
En preguntas difíciles o temas espinosos, siempre es mejor dirigirse a los niños con respuestas personalizadas y adaptadas a su circunstancia. Cuanto más te acerques a su realidad, más entenderán que pueden confiar para encontrar una solución juntos. Todos los niños quieren sentirse únicos y especiales , y es el trabajo de un buen padre hacer que se sientan así.
Ríete y minimiza
Tratar de restar importancia a las situaciones problemáticas de los niños no se debe hacer pero tampoco podemos permitir que los niños dramaticen. Reír y ser feliz, a pesar de la adversidad, es sinónimo de fortaleza moral y disposición.
Reconocer la necesidad de escuchar o aconsejar
Al igual que los adultos, los niños también tienen momentos en los que necesitan consejos y momentos en los que necesitan ser escuchados. El padre debe ser capaz de reconocer uno del otro según las necesidades del niño. La escucha activa sin prejuicios ni generalizaciones hará que el niño se sienta comprendido, creando así las bases de una relación sólida de confianza y armonía que crecerá con el tiempo.